lunes, 30 de mayo de 2011

BLACKWOOD MANOR: Capítulo 3 (2/2)



Atwater dio paso a los recién llegados, a quienes saludó con una respetuosa inclinación de cabeza.
-      Muy buenas noches, Atwater. Es un gusto volver a verlo- dijo Felipe Thograwn, sacudiéndose el abrigo-. Y gracias a la Altísima Providencia, al fin ya estamos aquí.
Había sido un viaje largo y agotador. Su hogar se encontraba en Norwich, en las costas de Inglaterra.  Llegar a Birmingham había sido toda una odisea, en especial, considerando el estado actual del país. La guerra estaba causando estragos, y sus influencias se extendían como oscuras raíces de miedo y desesperanza.
-      Buenas noches, Atwater- saludó al mayordomo Richard Thograwn.
Felipe envió una fugaz mirada en dirección a su hermano. El joven no parecía agotado, pero sí deprimido...y frustrado. Felipe sabía que lo habría dado todo por acompañar en la guerra a su padre, pero tenían obligaciones que cumplir con la familia, y las cuales no podían desatender. Eran los únicos descendientes varones vivo de los Thograwn, y habían dos títulos que heredar; dos títulos que requerían un heredero, y que no podían confluir en la misma persona. Su deber para con la familia estaba primero, a pesar de todos los deseos que pudiera albergar de enfrentarse a sus enemigos. Suspiró. No, no era fácil para Richard aceptarlo, y tampoco lo era para él.
-       Felipe- oyó una voz familiar llamarlo por el nombre-. Llevo esperándolos todos el día. ¿Por qué han demorado tanto?
Un hombre de joven, de porte aristocrático, cuerpo atlético y cabellos oscuros, entró al aposento esbozando una sonrisa. Caminaba de forma segura y con desplante, y su rostro reflejaba verdadero alivio.
-      Adam, amigo- lo saludó Felipe.
Ambos hombres se estrecharon las manos y se dieron un afectuoso abrazo.
-      Creía que llegarían durante la tarde. ¿Qué ha pasado?

-      No fue fácil salir de Norwich. La guerra ya ha dejado una profunda huella en sus calles y en su gente, pero podremos hablar de eso más tarde.

-      Tienes razón- asintió Adam. Y desviando la mirada hacia Richard, sonrió-: Vaya, has crecido bastante desde la última que te vi. ¿Siete años de eso?
El joven lo saludó con una inclinación de cabeza, sin llegar a devolverle la sonrisa.
-      Lo siento, estoy cansado- señaló-. Ha sido un viaje muy largo.
Atwater se ofreció a guiarlo hasta su habitación, y juntos salieron del cuarto. Adam, intrigado y preocupado, interrogó a Felipe con la mirada.
-      Creo que eso también es algo que deberemos hablar a solas.

-      Por supuesto- asintió su amigo-. ¿Y dónde están los demás?

-      ¿Te refieres a mí, hermano?
Un joven de brillantes y vivaces ojos verdes entró al recibidor. Esbozaba una sonrisa ladeada y pícara, reflejando parte de su versátil personalidad. Se acercó a los dos hombres con paso desenfadado, y estrechó la mano de Adam.
-      Bienvenido- le dijo el futuro conde.

-      Considerando la cruenta guerra en la que está sumida nuestra amada patria, no debería sentirme satisfecho de estar aquí- dijo. Y ampliando su sonrisa, agregó-: Pero no puedo evitarlo. Estoy sinceramente complacido de volver a encontrarme en Blackwood Manor, pese a que las razones no sean las mejores, dadas las circunstancias.

-      Ya lo creo.

-      Pero bueno, no hemos "huido" como conejillos asustados de la guerra para ponernos a hablar sobre ella, ¿verdad?- Julián Ranford, futuro duque de Gravenor, sonrió con malicia y agregó-: Oí por ahí que unas dulces damisela, tres, para ser exactos, se encuentran hospedadas en tu hogar. ¿Alguna apetecible? ¿Quizás todas?
Adam y Felipe intercambiaron una mirada cargada de humor.
-      Las he visto llegar, pero aún no nos presentan- y antes de que Julián pudiera decir alguna otra barbaridad, dijo-: Y no están a tu alcance. Así que puedes olvidarte de ellas.
Julián lanzó una carcajada desenfadada, y negó con la cabeza.
-      No sabía que existían mujeres que no estuvieran a mi alcance.

-      Si te refieres a tu título, aún no eres duque, Julián, así que no te sobrevalores.

-      Con un poco de suerte, quizás llegue a serlo dentro de poco- inquirió en tono menos festivo. Una fugaz sombra de rencor pasó por sus ojos, los cuales no tardaron en recuperar su habitual vivacidad-. Pero bueno, ¿no nos invitas a una copa, Adam? ¿Dónde están tus modales?- Sonrió-. ¿Sabes cuántos días he estado sin beber? Dos meses, Adam. Mi cuerpo está suplicando a gritos licor, y si no me lo das de inmediato, no responderé por mi actos.
-      Me temo, que nos preocupa más lo que puedas hacer con alcohol que sin él- bromeó Felipe.
Los vivaces ojos de Julián brillaron con humor.
-      Sí, posiblemente tengas razón- y añadió-: ¿Qué tal si vamos a comprobarlo?


6 comentarios:

AKASHA BOWMAN. dijo...

Ay ay ay ay ay que al fin se nos presentan los nuevos invitados a la mansión y debo decir que mis mejillas se han encendido de puro júbilo.

El señor Felipe y su hermano menor Richard son caballeros mucho de mi agrado dado su patriotismo y su notable sentido del honor mas me intuyo que será el perverso e irónico Julian el que haga algunos estragos entre los corazones femeninos. "¿Alguna apetecible? ¿Quizás todas?" ¡Adorable sinverguenza!

Me encanta leerte, Eileen y aunque tu historia es posterior a la época que adoro debo decirte que permanece perfectamente enmarcada en pleno XIX y por ahora me tiene enganchada. ¡Sigue así!

Besos

Eileen dijo...

Verdad que Felipe y Richard son de lo más nobles que pueden existir?? Se le nota a leguas, y eso que sólo he dado una muy fugaz pincelada de sus personalidades. Pero al parecer, ya te estás haciéndote una idea...!!!

No te imaginas lo que significa para mí que te guste mi historia!! No hay nada como que, alguien que comparta tus gustos por el mismo género literario, opine que la historia que relatas es interesante!!!


All the love!!

PD: Si crees que Julián es sinvergüenza, ya quiero que lo veas más adelante. Sólo un consejo: no te dejes engañar por lo que ves a primera vista. Hay quienes se esconden tras una gruesa y resistente armadura. La pregunta es: ¿resistirá?

Scarlett O'Hara dijo...

Hola, gracias por dejarme un comentario con la dirección de tu blog en el mio. He tardado en darme una vuelta por esta mansión, pero ahora que he recorrido sus pasillos he quedado maravillada. El estilo de tu escritura es ligero a la par que cargado de sentimiento, muy refrescante. Me veras más a menudo por aquí, siempre y cuando tenga tiempo.
Saludos:)

Eleanor Atwood dijo...

Vaya vaya! pero qué delicia de blog!! prometí devolverte la visita y aquí estoy. Veo que has iniciado una novela por capítulos, voy a ponerme con los anteriores y ya iré comentando.
Por cierto, menuda mansión la de Blackwood Manor. Yo resido en Inglaterra y esa es una de las cosas que más me gustan de ese país: la arquitectura.

Un saludo y nos leemos pronto.

Lady Jane dijo...

Eileen, muchas gracias por invitarme a tu hermoso sitio victoriano. Tu encantador sitio es de ensueño. Me llama mucho la atención la novela que estás subiendo, ya me paso a leer desde el primer capítulo para estar al tanto.

P.D. Me fascina el mensaje que tienes en el formulario de comentarios, muy preciso, y a decir verdad, estoy completamente de acuerdo: cada uno de nosotros nos labramos nuestro destino con lo que deseamos.

Besos.

Eileen dijo...

A SCARLETT O'HARA: Me alegra que te guste Blackwood Manor. Es una mansión hermosa, llena de rincones olvidados, misterio y encanto, por eso espero que puedas disfrutar de ella tanto como yo.

A ELEANOR ATWOOD: Inglaterra es mi pasión!!! Sus tierras, su arquitectura, su rica historia e incluso su gente, hacen sumir mi corazón en largos y cautivantes sueños. Sólo estar en sus calles, me dan deseos de volver a esa época tan maravillosa de la que tanto me gusta escribir y leer!!!

No dejo de pensar, en ciertas ocasiones, que nací en la época equivocada!!! Pero bueno, al menos, puedo soñar con esos maravillosos tiempos; y también escribir, y leer las historias que crean otras damas de espíritu sensible y romántico.

A LADY JANE: ¡¡Tu sitio también me ha encantado!! Y espero sinceramente, que llegues a disfrutar esta historia. Todos los personajes que aparecen aquí me son muy queridos, ya que por mucho tiempo vivi y soñé con ellos, observándolos desenvolverse en Blackwood Manor, oculta confidente de sus conflictos, sus amores y sus traiciones.

Deseo mío es que, algún día, puedan llegar a estimarlos tan como yo lo hago!!!


All the love.